Una de las últimas tendencias para el hogar es comprar jabones artesanales al peso en tiendas especializadas, con el fin de dar nuevos aromas, formas y colores a los cuartos de baño. ¿Sabías que tú mismo puedes elaborar fácilmente jabón en casa? Sólo necesitas algunos materiales y herramientas que puedes encontrar en comercios dedicados a las manualidades y perfumerías.
Lo primero es comprar jabón de base de glicerina y coco, y cortarlo en trozos pequeños. Lo introducimos en un recipiente vidrio y éste a su vez en un cazo con agua para calentarlo al baño María poco a poco.
Una vez se haya pasado de estado sólido a líquido le incorporamos las esencias y colorantes que escojamos. Éstos los podemos comprar en tiendas especializadas en aromaterapia, cosmética y perfumería. Las opciones que podemos encontrar son muchas, desde todo tipo de colores, hasta todo tipo de perfumes: jazmín, rosa, eucalipto, lavanda, limón, tomillo, sándalo, etcétera.
Si queremos hacer de diferentes aromas y colores, podemos mezclar el jabón con las esencias en tarros más pequeños. Tendremos que mover la mezcla resultante poco a poco y evitando hacer espuma, hasta que hayamos conseguido una pasta homogénea.
Texturas y formas diferentesAhora introducimos la pasta de jabón en moldes, que deben resistir a las altas temperaturas, porque la mezcla se añade muy caliente. Los moldes pueden tener formas curiosas, o simplemente ser rectangulares; en este último caso, es útil recurrir a un recipiente de horno. Existen en tiendas moldes de plástico especiales para hacer jabones con formas muy originales.
Si queremos darle un toque decorativo al jabón, y con una textura diferente, podemos introducir en la pasta algunos complementos, desde trozos de otros jabones, hasta conchas, flores y frutos secos, perlitas de jabón e incluso hojas y motivos vegetales.
Algunos elementos flotan y otros se hunden, así que es adecuado en estos casos hacer una primera capa con los complementos más pesados y una segunda superficial con los más livianos. Asimismo podemos hacer jabones de dos o tres capas, cada una de un color. Es conveniente no mezclar esencias, ya que la mezcla puede resultar demasiado 'empalagosa' para el olfato.
En treinta minutos podemos desmoldar. Deberemos dejarlos reposar al menos dos días en un lugar fresco y seco, y siempre envueltos en plástico para que no se deterioren. La experiencia en cada trabajo con jabones nos dará ideas nuevas y originales para poder aplicar en sucesivas manualidades.
Lo primero es comprar jabón de base de glicerina y coco, y cortarlo en trozos pequeños. Lo introducimos en un recipiente vidrio y éste a su vez en un cazo con agua para calentarlo al baño María poco a poco.
Una vez se haya pasado de estado sólido a líquido le incorporamos las esencias y colorantes que escojamos. Éstos los podemos comprar en tiendas especializadas en aromaterapia, cosmética y perfumería. Las opciones que podemos encontrar son muchas, desde todo tipo de colores, hasta todo tipo de perfumes: jazmín, rosa, eucalipto, lavanda, limón, tomillo, sándalo, etcétera.
Si queremos hacer de diferentes aromas y colores, podemos mezclar el jabón con las esencias en tarros más pequeños. Tendremos que mover la mezcla resultante poco a poco y evitando hacer espuma, hasta que hayamos conseguido una pasta homogénea.
Texturas y formas diferentesAhora introducimos la pasta de jabón en moldes, que deben resistir a las altas temperaturas, porque la mezcla se añade muy caliente. Los moldes pueden tener formas curiosas, o simplemente ser rectangulares; en este último caso, es útil recurrir a un recipiente de horno. Existen en tiendas moldes de plástico especiales para hacer jabones con formas muy originales.
Si queremos darle un toque decorativo al jabón, y con una textura diferente, podemos introducir en la pasta algunos complementos, desde trozos de otros jabones, hasta conchas, flores y frutos secos, perlitas de jabón e incluso hojas y motivos vegetales.
Algunos elementos flotan y otros se hunden, así que es adecuado en estos casos hacer una primera capa con los complementos más pesados y una segunda superficial con los más livianos. Asimismo podemos hacer jabones de dos o tres capas, cada una de un color. Es conveniente no mezclar esencias, ya que la mezcla puede resultar demasiado 'empalagosa' para el olfato.
En treinta minutos podemos desmoldar. Deberemos dejarlos reposar al menos dos días en un lugar fresco y seco, y siempre envueltos en plástico para que no se deterioren. La experiencia en cada trabajo con jabones nos dará ideas nuevas y originales para poder aplicar en sucesivas manualidades.